La Museum Week y tres proyectos para la recuperación de la memoria de las mujeres artistas

La Museum Week y tres proyectos para la recuperación de la memoria de las mujeres artistas
19th junio 2017

La #MuseumWeek y tres proyectos para la recuperación de la memoria de las mujeres artistas: Queridas Viejas, Tal día como hoy y Tertulias la Roldana

Museum Week es un proyecto nacido en Francia, que invita a todos los museos, instituciones culturales, galerías y bibliotecas del planeta a participar en el mayor evento de arte mundial celebrado en las Redes Sociales.

En la edición de 2016, y para dar cuenta del gran impacto que supone la Museum Week cada año a nivel cultural, participaron en ella más de 3.500 instituciones culturales de 75 países diferentes, se vertieron 664.000 tweets, que fueron vistos por más de 294 millones de veces.

Este año se celebrará entre el 19 y el 25 de junio y la dinámica seguirá siendo la misma: 7 días, 7 temas. Éstos quedarán recogidos en los 7 hashtags que aglutinarán las materias a tratar: #foodMW, booksMW, #foodMW, #musicMW, #sportsMW, #travelsMW, #HeritageMW, #StoriesMW.

Pero si hay algo que hace especial esta edición de la Museum Week es la temática englobada en torno a la etiqueta #WomenMW, con la que la organización quiere poner de relieve el papel de la mujer en el mundo del arte, enrolándolo con otras disciplinas para así visibilizar su legado, el del pasado y el actual.

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Imagen oficial de la Museum Week para Twitter.

Aunque aún es muy pronto para hacer balance del impacto del hashtag durante esta edición, parece ser que en el mundo del arte y la cultura el papel de la mujer sigue quedando relegado al de “musa” y sigue a años luz de aparecer como protagonista indiscutible en la factura de los cuadros, robándole el protagonismo que se merecen como artistas.

Al menos eso es lo que nos muestran los barridos de resultados con la citada etiqueta durante la Museum Week, cuyo uso podría ser muy aprovechable, teniendo en cuenta que existen cientos de mujeres artistas que quedaron ocultas bajo el yugo de la historia y que ésta sería una oportunidad única para visibilizarlas.

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Imagen proveniente de Twitter para la Museum Week.

Parece que seguimos estancados en la necesidad de reivindicar lo que el colectivo feminista Guerrilla Girls vino a contarnos allá por los 80 tras una exposición celebrada en el MOMA de Nueva York en 1985, titulada Una mirada internacional de pintura y escultura, en donde de los 169 artistas que participaron en ella, sólo 13 eran mujeres.

De ahí surgiría su famoso cartel reivindicativo en el que la Gran Odalisca de Ingres, parapetada tras la cabeza de un Gorila (símbolo del colectivo y tras el que ocultan su identidad en sus intervenciones) grita el ya popular lema “¿Tienen que estar las mujeres desnudas para entrar al museo?”.

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Cartel de las Guerrilla Girls.

Porque basta con darse una vuelta por los grandes museos o los libros de historia para darse cuenta de esta evidencia, donde las mujeres representadas, que son muchas, aparecen en numerosos casos desnudas. Venus, ninfas, odaliscas, pero nunca artistas.

No existe un hashtag oficial, pero organizaciones como la Museum Week deberían tomar buena nota de lo que en nuestro país se está cocinando en cuanto a difusión y visibilización del papel de la mujer. Y añadiríamos también a estas acciones, descubrimiento, que es lo que un grupo de mujeres relacionados con el mundo de la cultura y el arte están destapando tras siglos de oscurantismo al respecto.

Tres son los proyectos que encabezan esta lista de acciones, que además de estar interconectados tienen como muletilla la difusión que ofrecen las redes sociales y la necesidad de investigación con respecto a las artistas femeninas que aún desconocemos.

– “Queridas Viejas”.

Como si de una Caja de Pandora se tratase el proyecto “Queridas Viejas”, de María Gimeno, destapó la necesidad de sacar de las sombras el talento de todas las mujeres artistas que los libros y la Historia le habían arrebatado y actuó de embrión primigenio para el resto de proyectos.

María Gimeno aun siendo artista nunca reparó en el hecho de que todos los cuadros que se exponían en el Museo del Prado de entonces eran factura de manos masculinas. Lo mismo ocurría con los manuales de Historia del Arte, como el reputado “Historia del Arte” de Gombridch, el Libro icono del canon establecido y que define lo que es Arte con A mayúscula.

Gombridch fue un reputado maestro de la materia, que llego a ser profesor de bellas artes para la Universidades de Oxford, Cambridge y Harvard. Publicó su Historia del arte en 1950, que ha sido ampliamente difundida alcanzado su 16ª edición en inglés en 2005, ha vendido millones de ejemplares y ha sido traducida a más de 20 idiomas.

Aun así, en esta obra de gran calado en la educación formal de la Historia del Arte, entre la totalidad de sus páginas que albergan más de XX siglos de historia, no aparece ni una sola mujer artista.

Fue entonces cuando María Gimeno ideó “Queridas Viejas”, proyecto que ha estado fraguándose desde 2014 y que desembocó en su performance de abril de 2017 en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid y que además ha provocado todo un tsunami en la proliferación de proyectos similares.

Su acto performativo, entro lo innato y lo salvaje, tenía por objeto incluir en el manual a las mujeres artistas “haciéndoles sitio” mediante cortes de cuchillo en el interior del libro, e introduciendo las páginas ya elaboradas por la propia María Gimeno y que consideraba imprescindibles en la Historia del Arte Universal, colocándolas en el lugar exacto que les corresponde, junto a sus contemporáneos.

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María Gimeno en un momento de su perfomance “Queridas Viejas”.

La elaboración y colocación de estas páginas en “La Historia del Arte” de Gombridch comienza en el siglo X con Ende, una Monja Iluminadora de códices que es considerada la primera pintora de Europa y continua hasta el 1950, fecha en la cual es publicado el libro por primera vez.

– Tertulias la Roldana:

A uno se le salta el corazón al asomarse a proyectos como “Tertulias la Roldana”, nacido de manera espontánea entre un grupo de mujeres profesionales vinculadas al arte en la zona de Madrid:Susi Blas, Clara Carvajal, Nuria Carrasco, Aurora Duque, Paula Noya, Diana Larrea, Gloria Oyarzabal, Marina Vargas y María Gimeno.

Con este proyecto se han propuesto recuperar y poner en valor el trabajo de las artistas del pasado, otorgando además un premio anual a una gran artista de antaño, hoy aún desconocida y a la que denominan “La Muerta Viva”, que será recogido en su nombre por una artista del presente con la que tenga conexiones a la que denominan “La viva muerta”, en una clara alusión a la situación de discriminatoria de las mujeres artistas en nuestros país.

La Roldana es la primera de las artistas que cae en las manos de estas talentosas mujeres para devolverles a estas artistas el papel que la historia les robó y que curiosamente habitó en el estudio de una de las integrantes del proyecto, María Gimeno.

– “Tal día como hoy”.

Diana Larrea supo de la necesidad de comenzar este proyecto el mismo día en que asistió a la conferencia-performance de María Gimeno ‘Queridas Viejas’, en la Facultad de Bellas de Madrid, en este abril de 2017.

Desde entonces su cuenta de Facebook se ha convertido en un una especie de guía del saber enciclopédico del arte de los pinceles femeninos, en el que casi a diario pone de relieve y nos invita a conocer a una mujer artista desconocida, donde incluye sus obras y biografía.

En sus ya más de 30 entradas, sorprende al espectador con el talento de estas mujeres olvidadas a las que su genio creador pareció no ser suficiente para triunfar como lo hicieran sus congéneres masculinos.

A “Tal día como hoy" se le suma “¿Que hubiera pasado si….hubiera nacido mujer?”, un hilo de impactantes publicaciones en las que utiliza la aplicación móvil Face App, con la que se puede jugar a convertir un rostro masculino en uno femenino y con los que la artista hace cuestionarse al espectador si el aspecto con el que nos dota el género hubiera sido un obstáculo para que artistas como Picasso alcanzasen el éxito mundial de haber sido mujeres.

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Imagen extraída de la cuenta de Facebook de Diana Larrea para su “¿Qué hubiera pasado si…?”.

Diana “desempolva” a algunas artistas como la pintora Sophie de Bouteiller (1829), nacida en Paris en París, conocida por el seudónimo de Henriette Browne (nombre de su abuela materna).
Fue hija del Conde de Bouteiller, lo que le otorgó el privilegio de disfrutar de una educación exquisita gracias a la posición social de su familia. Su pintura se enmarca dentro del orientalismo francés del siglo XIX.

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Henriette_Browne, "Fellah nord africaine" (1867), private collection.

Gracias a la profesión de su marido, un diplomático francés, realizó multitud de viajes por Europa y Oriente Próximo. Se convirtió en una artista muy popular en su tiempo, participó en numerosas exposiciones relevantes y sus cuadros están presentes en la National Gallery, el Victoria and Albert Museum en Londres o el National Museum de Liverpool, así como en colecciones privadas de prestigio.

Otra de las fascinantes artistas que nos presenta Diana Larrea es Teresa Dieç, que pudo haber nacido en la primera mitad del siglo XIV, la primera gran pintora de la historia del arte español.

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Teresa_Dieç "COMO VAN OFERECER LOS TRES MAGOS A SANTA MARIA A IESUXPTO".

Teresa Dieç desarrolló su actividad artística en la provincia de Zamora entre 1320 y 1350, siendo probablemente una religiosa. Su estilo se enmarca en el llamado estilo gótico lineal o pintura franco-gótica, dentro de la escuela salmantina de Antón Sánchez de Segovia.

En el año 1955, fueron encontradas por casualidad en el Monasterio de las monjas de Santa Clara de Toro (Zamora), unas pinturas murales al fresco seco firmadas por ella con la siguiente frase: “TERESA DIEÇ ME FECIT”.

A pesar de esta firma, todavía algunos historiadores del arte siguen negando su autoría, basándose en el escudo de armas contiguo y alegando que se trata en realidad de una mecenas. Sin embargo, es casi seguro que Teresa Díez procediera de una familia acaudalada de la nobleza y, por lo tanto, fuera ella no sólo la autora de la obra sino también quien la costeara.

Tres proyectos para hacer frente a situaciones reales tan escalofriantes como el hecho de que la primera retrospectiva de una mujer artista en la pinacoteca más importante de nuestro país, esto es El Museo del Prado, tuvo lugar en 2016, después de 200 años de historia del museo.

Lo realmente espectacular de la muestra fue que se tratase de la primera exposición individual que el Museo del Prado dedicase a una mujer, que queda sepultada bajo datos increíbles de la presencia de las mujeres artistas en la pinacoteca (El Museo del Prado tiene obra de más de 5.000 artistas hombres frente a 41 mujeres, a las que habría que sumar otras 12 contemporáneas, de las que atesora unas 70 obras. Solo siete están expuestas en sus colecciones).

Aún quedan 6 días de Museum Week para remontar la difusión que los museos hacen de las mujeres artistas que pueblan sus colecciones. Muy poco tiempo para mostrar a las mujeres no sólo como musas, sino como los genios que la historia nos arrebató.

  • Textos extraídos de la cuenta de Facebook de Diana Larrea.

Angélica Millán

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